Wagner Abril F.
En la soledad del nublado bosque se puede vivir la más fascinante aventura de la vida. En la hora del crepúsculo, es inolvidable experiencia caminar entre las “reinas de las flores”, evocando los mejores recuerdos en compañías de orquídeas y suave rumor de grillos nocturnales.
“Bajo la luz de la luna, entre orquídeas en flor; suaves canciones de cuna arrullaron nuestro amor. Fuimos dos amantes, y en sueños distantes nos burlamos del dolor”
Dice una estrofa de la linda canción “Orquídeas a la luz de la luna”, escrita por Vincent Youmans en mitad del pasado siglo. La magia del momento se completa al escuchar la versión completa, instrumental o cantada, en el salón de Hostería El Encanto, con una copa de vino y la mirada en el bosque nublado que se dibuja por los ventanales.
Privilegiada región, el Chocó Andino es parte de Pichincha y se ubica apenas a hora y media de la franciscana ciudad de Quito, capital del Ecuador. Con 4.215 especies, es el país que tiene mayor variedad de orquídeas en el mundo, cifra confirmada en eventos internacionales. Esta singular especie representa el 25 por ciento del total de flora y forma parte de la rica y variada biodiversidad ecuatoriana.
Con cuatro regiones naturales, microclimas y temperaturas adecuadas, el país tiene siete Zonas de Reserva de Biosfera, 24 zonas ecológicas, más de 20 mil especies de plantas vasculares y la segunda concentración de aves del planeta. Ahora enfrenta mayores peligros por la deforestación y grandes proyectos mineros que el gobierno ha planificado.
Esta maravilla puede ser disfrutada, todavía, por quien busca recrear sus vivencias en inéditos atardeceres.
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